Ingresa una palabra clave

martes, 23 de octubre de 2018

Reseña: El reino de los zombis - Len Barnhart

Por: El: 10/23/2018 06:18:00 p.m.
"Por culpa de un extraño virus los recién fallecidos se levantan con un deseo insaciable de comerse a los vivos. La epidemia se extiende por todo el mundo y alcanza rápidamente proporciones catastróficas, la civilización se derrumba bajo el peso de un horror sin igual en toda la historia humana. Los supervivientes refugiados en un centro de salvamento deben trabajar juntos para encontrar la forma de sobrevivir a la pesadilla que están viviendo, pero el tiempo se les acaba y los cadáveres reanimados que llenan las calles y los aparcamientos de nuestras ciudades no son el único peligro".
Puede que el tema de los zombis esté sobreexplotado hoy en día. Los vemos en el cine, en la televisión, en los videojuegos, y por supuesto en la literatura. Es por eso que se vuelve complicado encontrar historias originales al respecto, y es el enfoque que el autor le da a la trama lo que la puede hacer destacar frente a otras.
El reino de los zombis es una de esas historias con buenas ideas y con un potencial interesante, pero que se queda a medio camino al no saber cómo abordarlo del todo.

Jim Workman es un ex-militar de 40 años que actualmente es dueño de una empresa de construcción. Tiene por costumbre tomarse un descanso de tres semanas al año en su cabaña en las montañas. Luego de regresar de sus últimas vacaciones, se encuentra con una ciudad desolada, calles vacías a excepción de los extraños seres que caminan sin rumbo. Personas cuya piel se ha vuelto gris, con miembros desgarrados y una mirada vacía, pero con un apetito voraz por la carne fresca.
Paralelamente; Amanda, una reportera de 31 años, debe abandonar la frágil seguridad de su hogar para buscar un mejor refugio, luego de que su marido perdiera la vida a manos de los monstruos come carne y regresara como uno de ellos.
Una vez que varias historias más se cruzan, deben actuar juntos como equipo para sortear las dificultades que representa el sobrevivir en un mundo infestado de zombis, en donde el alimento es escaso y salir en busca de provisiones supone un riesgo mortal.

La historia está narrada en tercera persona, salvo el prólogo y epílogo, que están narrados por uno de los personajes. Cada capítulo se va intercalando entre los distintos protagonistas de la trama, incluso cuando sus caminos ya se han cruzado, lo que en cierta forma permite tener un panorama más amplio de lo que sucede en todo momento.

Como dije antes, encontrar una historia de zombis original es sumamente complicado. En este caso, las similitudes con otras historias no se hacen esperar; sin embargo, no es algo que llegue a afectar de manera significativa. Las situaciones descritas te mantienen enganchado a la lectura y esperando por lo que sucederá a continuación. Un constante sentimiento de incertidumbre se percibe a través de las páginas.
Los capítulos son cortos, así que la sensación de avance ayuda a que la lectura sea mucho más amena y que los momentos en que la acción decae, no se sientan tan tediosos.

Los personajes son uno de los puntos que no terminan de convencer. Por un lado tenemos perfiles interesantes: el ex-militar audaz que cuida del grupo y se encarga de las misiones de recolección por su capacidad en combate, la extraña chica que tiene una especie de habilidad premonitoria, el predicador que utiliza el poder de la fe y el miedo de la gente a Dios para su beneficio, y así unos ejemplos más. El problema está en que ninguno de ellos llega a desarrollarse a fondo. 
Del lado de los protagonistas, no hay un verdadero crecimiento. Las relaciones que surgen entre ellos no transmiten genuina unidad, y las pizcas de romance están tan mal implementadas, que son poco menos que inverosímiles. Por si fuera poco, hay personajes muy desaprovechados, por ejemplo: al principio nos demuestran que Amanda es una mujer con coraje y que tiene la capacidad de usar armas, pero conforme avanza el libro, el personaje se va desdibujando hasta el punto de pasar prácticamente desapercibida.
Existe otro personaje al que durante algunos de los capítulos se le da cierta importancia, para luego cortar de tajo su participación sin mayores explicaciones.

Como aspecto positivo está definitivamente la primera parte del libro. Es muy interesante conocer el origen de algunos personajes y cómo llegaron al refugio en el que finalmente se reúnen. Es muy prometedora la manera en que se va construyendo la trama, hasta que por desgracia va decayendo poco a poco. Algunas escenas de acción son entretenidas de leer, e incluso el enfoque que se le da al posible origen de la plaga son lo suficientemente atrayentes para mantenerte a la expectativa.

Creo que en una historia de zombis las muertes están más que asumidas, pero eso no necesariamente quiere decir que sean previsibles; por desgracia, eso aquí si pasa. Además, muchas veces se tratan de personajes a los cuales no nos permiten conocer lo suficiente como para generar un apego e incrementar el impacto. Son totalmente circunstanciales y no parecen tener mayores repercusiones en el resto del equipo, salvo en un caso posiblemente.
El autor tuvo entre manos, por lo menos, dos oportunidades excelentes para desarrollar grandísimas situaciones de tensión, pero desafortunadamente tira esas oportunidades por la borda y se precipita a ponerles fin de una manera simple, llana, e incluso abrupta. Deja también algunos cabos sueltos, aunque al tratarse de la primera parte de una bilogía (con un tercer libro que funge como precuela, pero que fue publicado después), le daré el beneficio de la duda hasta no haber leído la continuación, a pesar de que creo que algunos son detalles básicos para presentar en un libro introductorio.

En conclusión, El reino de los zombis es una novela que no reinventa el género, que tiene algunos chispazos de genialidad y sabe como mantenerte atento, pero que lamentablemente su autor no llevó a buen puerto todas las buenas ideas que tenía. No obstante, se trata de un digno exponente para los amantes de los zombis, y una muy buena forma de introducirse para aquellos que no son tan amantes.

¿Qué harías si en tu ciudad se desatara una plaga zombi? ¿Crees que sobrevivirías, o serías uno de los primeros en caer? Cuéntamelo en los comentarios.

Hasta la próxima reseña. 
Bueno





Reseña: Escalofríos #7 y #15 - R. L. Stine

Por: El: 10/23/2018 06:18:00 p.m.
Ya llegó esta época del año, una de mis favoritas dicho sea de paso. Con Halloween y Día de Muertos a la vuelta de la esquina, llegó también el momento de leer un par de libros de la colección de Escalofríos de R. L. Stine, para continuar con la tradición personal que empecé por allá de 2015.
 DESEOS PELIGROSOS (BE CAREFUL WHAT YOU WISH FOR)
"Samantha Byrd es una torpe. Un accidente esperando suceder. Y eso la convierte en la menos popular del equipo femenil de basketball. Pero todo eso está por cambiar. Sam ha conocido a alguien que le puede conceder tres deseos. Lástima que Sam no fue más cuidadosa cuando pidió cada uno de ellos..."
Sam es una chica de doce años a la que parece que todo le sale mal. Está en el equipo femenil de basketball, pero definitivamente los deportes no son lo suyo a pesar de ser la más alta entre sus compañeras, motivo por el cual es el foco de las burlas de la chica más popular.
Cuando Sam explota, decide alejarse lo más que puede de todo, y para ello pedalea en su bicicleta con todas sus fuerzas hasta que llega a un bosque. Ahí, una misteriosa mujer le pide ayuda para llegar a su destino, y a cambio le ofrece la oportunidad de pedir tres deseos. Naturalmente, Sam no lo cree al principio, hasta que se empiezan a cumplir, pero no como ella esperaba.

Estamos por desgracia ante la historia que menos he disfrutado entre aquellas que he leído de esta colección. Pero no me malinterpreten, me ha gustado; es solo que creo que se trata de un argumento que bien podría pertenecer a cualquier grupo de cuentos, no necesariamente de terror, y que por lo tanto le resta ese ambiente tan característico del autor. De hecho, la historia es entretenida, y es divertido ver cómo se tergiversará el siguiente deseo para cumplirse de una manera poco convencional.

Por otro lado, podemos encontrar pequeños mensajes aquí y allá. El más claro de todos, es el que le da título al libro: debemos tener cuidado con lo que deseamos, y no porque una bruja nos vaya a conceder nuestras peticiones por arte de magia, sino en un sentido más metafórico. Cuando deseamos algo, nos esforzamos por ello; sin embargo, es importante tener un objetivo claro, estar convencidos de que lo que obtendremos es lo que estamos buscando. También debemos aprender a apreciar las pequeñas cosas que forman parte de nuestra vida, porque pueden pasarnos desapercibidas, pero cuando desaparecen nos afecta su ausencia.

Hay un par de pequeñas incongruencias en el desarrollo, y honestamente los personajes nunca han sido el punto fuerte de estas historias, pero al estar dirigidas a un público infantil, no nos podemos poner muy exigentes al respecto.
LA PLAYA DEL FANTASMA (GHOST BEACH)
"Jerry no puede esperar para explorar la oscura y tenebrosa cueva que encontró en la playa. Entonces los otros niños le cuentan una historia. Una historia sobre un fantasma de hace trescientos años. Un fantasma que aparece cuando hay luna llena. Un fantasma... ¡que vive en las profundidades de la cueva! Jerry sabe que es solo otra historia de fantasmas inventada... ¿o no?"
Terri y Jerry son dos hermanos de once y doce años respectivamente. Están pasando el último mes del verano en la casa de la playa de sus primos lejanos: Brad y Agatha, unos ancianos de alrededor de noventa años, pero que los chicos describen como una personas muy divertidas y llenas de vida.
Luego de estar explorando el terreno se topan con una misteriosa cueva, se hace tarde y deciden dejarla pasar para averiguar más tarde sobre ella. Pero entonces conocen a tres niños que han vivido en esa zona desde siempre, y que les cuentan lo que se oculta dentro de aquel oscuro sitio. Jerry está escéptico al principio, pero aquella historia se le mete en la cabeza y poco a poco descubrir la verdad se vuelve una obsesión.

Esto si que es R. L. Stine en estado puro; una clásica historia de fantasmas, un lugar inexplorado para los protagonistas y envuelto en una aura intimidante. La trama es muy entretenida, ese sentimiento de aventura que nos encantaba de pequeños acompaña la lectura todo el tiempo.
Las situaciones que se describen contribuyen a la construcción del misterio, y aunque en realidad solo hay dos posibles caminos, te tienen dudando hasta el final sobre lo que es real y lo que es la imaginación de los protagonistas.

Si existe algo que pueda reprocharle a esta historia, es el hecho de que el autor hace uso de un plot twist muy recurrente en sus obras, así que si conoces su trabajo, es probable que ya lo veas venir. Pero al mismo tiempo, es uno de esos casos en los que sus característicos finales abiertos encajan a la perfección, te deja esa sensación de incertidumbre que despierta la imaginación del lector, y le invita a crear su propio desenlace.

En conclusión, ambas son lecturas muy agradables; perfectas para lectores jóvenes, o para aquellos adultos que las conocieron de niños, y que como yo, quieran revisitarlas y recordar viejos tiempos. Si bien es cierto que he disfrutado más con La playa del fantasma por estar más en el espíritu de R. L. Stine, ambas son opciones muy recomendables.

¿Si alguien te ofreciera tres deseos, qué pedirías? ¿Crees en los fantasmas? Cuéntamelo en los comentarios.

Hasta la próxima reseña.









Reseña - La chica que leía en el metro

Por: El: 10/23/2018 06:17:00 p.m.
"Juliette toma el metro todos los días a la misma hora. Y lo que más disfruta del trayecto es observar a aquellos que leen a su alrededor. La vieja dama, el bibliófilo de rarezas, el estudiante de matemáticas, la joven muchacha que llora en la página 247. Juliette los mira con curiosidad y ternura, como si sus lecturas, sus pasiones, la diversidad de sus vidas, pudiesen dar color a la suya, monótona y previsible.

Sin embargo, un día decide bajar dos estaciones antes de lo habitual, tomar un nuevo camino para ir a trabajar, sin saber que su vida estará a un solo paso de cambiar para siempre".

Llega un momento en que todo lector necesita descansar de lecturas densas y complejas, y para ello busca historias que no requieran demasiado tiempo para leerse, sencillas y que no exijan atención a cada mínimo detalle. Eso es justo lo que La chica que leía en el metro nos ofrece.

Juliette es una chica con un profundo amor por los libros. Tiene la firme creencia de que se puede averiguar mucho sobre las personas de acuerdo a lo que leen, y es por eso que uno de sus pasatiempos favoritos es observar a los pasajeros del metro mientras se dirige a su empleo en una agencia inmobiliaria. Empleo que para nada la llena, pero que al menos le permite pagar las cuentas.
El destino la llevará a conocer a Solimán; un excéntrico personaje que le encomienda la noble tarea de encontrar a la persona adecuada para cada libro que tiene en su poder.

La historia está narrada en tercera persona, con una prosa muy peculiar y cuidada, que le otorga un encanto especial al libro. Cada capítulo es acompañado con unas preciosas ilustraciones que nos brindan una referencia visual de momentos muy puntuales de la historia, y que a su vez vuelven muy ameno el paso de las páginas.

El argumento es bastante simple, se asemeja más a un cuento que a una novela. Realmente no hay muchas cosas sucediendo durante el desarrollo; no hay un climax potente, no hay grandes giros en la trama, y por el contrario nos encontramos con una historia lineal, con situaciones a las que no se les dan demasiadas explicaciones y que prácticamente se resuelven a conveniencia de la protagonista y del flujo de la propia historia.
Lo anterior no es necesariamente malo, el libro nunca pretende ser complejo ni promete grandes sorpresas, pero se las arregla para mantener atento al lector. Así mismo, podemos encontrar pequeños momentos emotivos, pero sin llegar a tasas de dramatismo muy elevadas, gracias a que la forma en que el libro está escrito lo dota de un aire positivo y esperanzador en todo momento.

Sobre los personajes tampoco se puede decir mucho, son sumamente básicos y difícilmente nos podemos llegar a involucrar con ellos de manera profunda. Cumplen su función, llegan a tener diálogos interesantes, y ciertamente hay aspectos de su personalidad con los que podemos identificarnos, como el gusto por los libros de Juliette, pero definitivamente no se trata de esos personajes entrañables que se quedan contigo luego de concluir la historia. Por el contrario, creo que los verdaderos protagonistas son los libros.

Puede ser que con lo que dicho hasta ahora no parezca una lectura muy atractiva, pero es una lectura que cada quien tiene que experimentar para encontrar su verdadero encanto.
Probablemente les cueste engancharse a aquellas personas que esperan grandes giros de tuerca y que sucedan cosas todo el tiempo, pero si saben ser pacientes, descubrirán lo ameno que es el libro.

En conclusión, La chica que leía en el metro no es una historia compleja y de grandes personajes. Es más una historia por y para los libros. Un merecido homenaje a nuestros preciados compañeros que nos permiten viajar y echar a volar la imaginación. Con una prosa muy particular que destila el cariño con el que la autora escribió cada frase.

¿Te gusta leer en el transporte público?¿Cuando ves a alguien leer, tratas de averiguar qué libro es? Cuéntamelo en los comentarios.

Hasta la próxima reseña.
  
Bueno





sábado, 13 de octubre de 2018

Crítica: Bésame Primero (1er. Temporada Netflix)

Por: El: 10/13/2018 02:17:00 a.m.
Ha pasado bastante tiempo desde que les traje la reseña de la novela en la que ésta serie está basada. En su momento les conté que el libro había sido un grato descubrimiento porque no lo conocía de nada y me había acabado sorprendiendo. Por desgracia la adaptación se ha quedado en un intento muy flojo de llevar esta historia a la televisión.
Cabe aclarar que soy de la idea de que las adaptaciones no tienen que ser un calco escena por escena del material original, siempre y cuando se mantenga la esencia y se adecue correctamente al lenguaje del medio al que se está adaptando. Dicho esto, mi opinión será paralela al libro y me centraré en si la serie funciona por sí misma, salvo algunos aspectos puntuales que valga la pena comparar.

EL ARGUMENTO
La historia nos presenta a Leila (Tallulah Haddon), una chica de 17 años que acaba de perder a su madre luego de que estuviera enferma durante un largo tiempo, y cuyo único escape de la realidad lo representa el mundo virtual conocido como Azana. Ahí, Leila se hace llamar Shadowfax.
Luego de seguir a una misteriosa chica conocida como Mania (Simona Brown), Leila llega a una zona secreta de Azana en la que conoce a un grupo de chicos que se hacen llamar a si mismos Red Pill, y liderado por Adrian (Matthew Beard). Pronto Leila descubrirá que hay algo muy turbio ocurriendo dentro del grupo, y que dichos secretos están repercutiendo en la vida real de los involucrados.

UN MUNDO DESPERDICIADO
Debo decir que la calidad de la animación cuando se trata de las escenas dentro de Azana, es bastante decente. Incluso me atrevería a decir que está por encima del promedio para un producto que va directo a la televisión. Por desgracia eso no le ayuda mucho a la serie y se siente más como un recurso desperdiciado.

Para quienes no han leído la novela, cabe aclarar que Azana se trata de una creación totalmente original para la serie, ya que en el texto de Lottie Moggach el punto de encuentro era un foro de internet y no un videojuego. Y es aquí donde nos encontramos con un dilema, tardó tanto en salir, que hoy en día el escenario original de la novela se siente obsoleto, mientras que el argumento tampoco te da la libertad suficiente para adaptarse al entorno de realidad virtual por el cual optaron. Era inevitable que Azana se iba a sentir vacío y poco explorado, porque el enfoque de la historia no es el mundo creado, sino los problemas personales de los personajes.

Shadowfax; el avatar de Leila dentro de Azana 

UN MALO MUY MALO... LITERALMENTE
Los guionistas se esfuerzan en demostrar que el malo de la historia es un tipo calculador, inteligente y capaz de manipular a las personas hasta entrar en su mente; sin embargo,  todo esto se va viniendo abajo conforme la temporada se acerca a su fin. No hay un objetivo claro y termina siendo un villano mediocre, que es malo porque sí, y que parece más un niño malcriado sin una motivación de peso que sustente sus acciones.

MUCHA AMBICIÓN PARA TAN POCO TIEMPO
La serie sigue el mismo patrón que la mayoría de las series que Netflix nos suele ofrecer; temporadas de pocos capítulos pensadas para que el espectador la consuma en una tarde o un fin de semana.
Por desgracia, al tratarse de un proyecto tan ambicioso esta vez la estrategia ha jugado en su contra, y los seis capítulos que conforman la primera temporada no fueron suficientes para desarrollar una trama sólida. Es muy poco tiempo para que consigamos involucrarnos con los personajes y la historia de cada uno, para construir un verdadero ambiente de suspenso que te deje con ganas de saber más, e incluso las tramas secundarias deben ser cortadas de manera abrupta.

NO TODO ESTÁ PERDIDO
A pesar de lo dicho hasta el momento, Kiss Me First no es un caso perdido, ya que nos ofrece una interesante visión de los peligros que puede suponer la tecnología y el internet para una mente solitaria y vulnerable. Las actuaciones individuales, específicamente las de Tallulah y Simona, están en un nivel muy aceptable y nos entregan personajes convincentes.
De ser aprobada una segunda temporada, espero que los guionistas aprendan de sus errores y recompongan el camino para aprovechar el potencial que tienen en sus manos.

¿Que tan lejos crees que nos encontremos de experimentar tecnologías tan inmersivas como las que la serie presenta? ¿Crees que puedan volverse un peligro potencial para sus usuarios? Cuéntamelo en los comentarios.

Hasta la próxima.