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miércoles, 2 de noviembre de 2016

Reseña: Joyland - Stephen King

Por: El: 11/02/2016 02:11:00 p.m.

"Devin Jones es un estudiante de 21 años que consigue trabajo en el verano de 1973 en Joyland, un pequeño parque de atracciones de estilo antiguo, anterior a la llegada de los modernos parques temáticos. Una de las leyendas que corre entre los empleados es que en la Casa de los Horrores habita el fantasma de una chica asesinada allí años atrás. Mientras cumple sus obligaciones diarias, Devin va atando los cabos sueltos que lo llevarán a descubrir la identidad del asesino".

¿Alguna vez han sentido que no solo la sinopsis, sino también la portada de un libro los engaña? Te dejas guiar por lo que conoces del autor, y al final te das cuenta que has estado leyendo una historia cuyo enfoque es totalmente distinto al que pensabas. No es la primera vez que me pasa, pero esta vez lo sentí mucho más claro porque todos ubicamos a Stephen King por sus novelas de terror, sus historias sombrías y cargadas de misterio, algo que aquí está presente pero no de la mejor manera.

La historia está narrada por nuestro protagonista Devin, quien a modo de recuerdos nos describe uno de los veranos más importantes de su vida, aquel 1973 cuando tenía 21 años. En ese entonces consiguió un empleo en un parque de diversiones que llevaba el nombre de Joyland, y es dicho lugar el que, sin saberlo, lo llevará a experimentar una serie de sucesos que le cambiarán la vida para siempre.
Poco a poco, Devin nos describe las distintas tareas que le son asignadas, a las personas que va conociendo con el paso de los días y el punto clave de mi interés por éste libro, los rumores del fantasma de una chica asesinada en una de las atracciones años atrás.

La narración, como es de esperarse en un autor con la trayectoria de Stephen King, está cuidada y detalla hasta el aspecto más pequeño de la historia; sin embargo, a diferencia de otras de sus obras, el desarrollo no se vuelve tan denso, el ritmo es mucho más amigable para lectores casuales y el terror es reducido al mínimo. Básicamente podríamos decir que la trama se centra en la entrada a la madurez de Devin, y que el asunto del asesinato es solamente un elemento secundario que está ahí para intrigarte e invitarte a seguir leyendo. No quiere decir que no tenga importancia, ya que es el detonante del conflicto que da forma al climax y al desenlace, pero se le da un enfoque distinto, convirtiendo el libro en una novela de crimen y misterio y no tanto de terror como la sinopsis sugiere.

Para quienes están familiarizados con el trabajo del autor, se van a encontrar con su estilo tan característico, incluyendo aquellas escenas gratuitas y totalmente innecesarias que aparecen de vez en cuando sin venir mucho a cuento. Los personajes, como es costumbre, están muy bien construidos, aunque no he llegado a empatizar con ninguno en particular, pero llegan a sentirse muy reales, debidamente perfilados, y aunque muchos de los secundarios no tengan un papel muy relevante o una participación muy extensa, llegas a percibir que cada uno es distinto y que no son un elemento de relleno.

Hay dos aspectos que considero importante tomar en cuenta para comprender un poco mejor mi postura no tan favorable hacia este libro. En primer lugar, no se trata de uno de esos argumentos bizarros y sumamente creativos que el autor ha demostrado ser capaz de crear, en cambio nos encontramos con un ambiente ya visto con anterioridad, no solo en la literatura sino en medios como el cine. A su vez, tenemos una caída en picada en el momento en que el conflicto explota, la identidad del villano es revelada y la historia se convierte en un thriller. El desarrollo se vuelve flojo, hay partes incongruentes que me sorprendieron en un autor con tanta experiencia como King, y sinceramente el libro podría pasar completamente desapercibido si lo comparamos con otras obras del género. No me aventuraría a decir que es de los peores trabajos del autor, porque he leído prácticamente nada en comparación con la cantidad de obras que tiene publicadas, pero seguramente no se encuentra entre los mejores. 

A pesar de lo dicho hasta ahora, no lo considero un libro malo, me entretuvo y no me costó terminarlo, fue interesante conocer el ambiente dentro de un parque de diversiones, me gustó leer sobre Devin actuando como la mascota de Joyland e incluso me encontré con un cierto ambiente de nostalgia que disfruto en los libros, pero no ofrece nada más allá, no tiene ese algo especial que lo haga sobresalir del resto.

En conclusión, Joyland es un libro cuya lectura disfruté, pero que me queda a deber en otros aspectos. Si existe un autor que podía transformar un argumento tan genérico en algo excepcional, ese es Stephen King, pero por desgracia termina como un libro de misterio y crimen bastante mediano. Lo recomendaría principalmente a aquellos fans incondicionales del autor, definitivamente no para aquellos que quieran iniciarse con sus obras para no llevarse una impresión equivocada, y para quienes busquen una historia con suspenso pero a la vez ligera y no tan compleja. 

¿Ya leíste este libro? ¿Te gustan las obras del autor? Cuéntamelo en los comentarios.

Hasta la próxima reseña.

Bueno








martes, 1 de noviembre de 2016

Reseña: Los niños de cristal - Kristina Ohlsson

Por: El: 11/01/2016 11:58:00 p.m.

"Tras la muerte de su padre, Billie, una niña de 12 años, y su madre deciden mudarse a una vieja casa en un pueblo cercano. Pero algo extraño se esconde dentro de la vivienda: ¿quién golpea su ventana en mitad de la noche? ¿por qué la lampara se balancea sin razón? ¿y quién pone aquellas figuritas de cristal encima de la mesa? Billie sabe que algo o alguien ronda su nuevo hogar y junto a sus nuevos amigos Aladdin y Simona, se proponen descubrir la oscura historia de la casa y de quienes la habitan".

Comencé esta lectura con un poco de escepticismo, ya que hace un tiempo leí un libro de corte juvenil con una temática muy similar y resultó una completa decepción. Afortunadamente comprobé que solo es cuestión de cuidar los detalles y encausar la trama para que se mantenga el interés.

Billie es una niña de doce años que vive únicamente con su madre después de el lamentable fallecimiento de su padre. A raíz de esto, la madre de la pequeña decide que sería buena idea mudarse a un nuevo hogar y comenzar de nuevo. Billie no tarda en mostrar su descontento, pero no le queda otra opción que aceptarlo, a fin de cuentas, la nueva casa está ubicada en un pueblo cercano y habrá oportunidad de que Simona, su mejor amiga, la visite de vez en cuando. Por desgracia, basta con poner un pie en el inmueble para que esa calma se esfume. La casa es antigua y demasiado grande para dos personas, la madera cruje y produce sonidos que incomodan a nuestra protagonista, la lampara que se encuentra en el centro del alto techo de la sala de estar se mueve sola sin aparentemente ninguna corriente de aire que lo provoque y por si fuera poco, comienzan a aparecer unas misteriosas figuras de niños hechas de cristal y demás fenómenos que ponen en total tensión y la obligan a acudir a su madre para que se vayan cuanto antes; sin embargo, la madre cree que se trata tan solo de un engaño y decide ignorar la petición de su hija.

Luego de conocer al curioso Aladdin, contarle lo que ha estado pasando a Simona, y de averiguar que la casa en la que habita junto a su madre es famosa en el pueblo por la historia que arrastra, los tres chicos deciden emprender una investigación que los ayude a conocer más sobre el origen del inmueble y de sus antiguos habitantes.

Al tratarse de una obra dirigida principalmente a un público infantil, nos vamos a encontrar con capítulos cortos y un lenguaje sencillo pero equilibrado para que al público mayor no le resulte tan simple. La idea central de la trama puede no ser la más original del mundo, pero la autora ha hecho un trabajo estupendo al mantener el suspenso y dejándote con ganas de averiguar más con cada capítulo que pasa.

El misterio que envuelve a la casa de Billie, su pasado, y los acontecimientos que ahí se dieron lugar, me parecieron realmente interesantes. Kristina Ohlsson construyó un ambiente de intriga, y todo un contexto que bien podría encajar en una obra más madura con algunos ajustes menores. Si bien hay algunos detalles que parecen no tener mucha congruencia, no afectan significativamente a la trama.

Los personajes me parecieron adecuados tanto para el público al que se dirige el libro, como para el tono de la obra en general. Son esa clase de personajes que cuando los lees de niño te gustaría estar en sus zapatos viviendo sus aventuras, que demuestran mucha valentía e inteligencia para su edad, y que no se detendrán ante nada hasta llegar al fondo del misterio.

El desenlace fue un gran acierto en mi opinión, ya que no solo encaja las piezas que se han ido revelando a lo largo del desarrollo, sino que deja lo suficiente a la imaginación del lector para que decida con su propio criterio lo que ocurre. No se trata de un recurso nuevo, pero si un recurso que agradezco y que me ha dejado satisfecho.

En conclusión, Los niños de cristal es un libro que recomiendo si buscas una historia ligera pero entretenida. No te vas a llevar el susto de tu vida, pero te apuesto a que pasarás un rato ameno descubriendo el misterio en casa de Billie, pertenezcas al target de la autora o no.

¿Conocías el libro? ¿Te gusta leer obras de este tipo? Cuéntamelo en los comentarios.

Hasta la próxima reseña.

 
Muy bueno